Miguelina en la sala de su casa. Lázaro Yuri Valle Roca: Nuevo Vedado 20 de octubre de 2014. La Habana, Cuba. Miguelina es una de tantas mujeres cubanas, ignoradas por la vida e invadida por la desesperanza, que se sientan en la sala de lo que tienen por casas, a esperar que una solución divina llegue. Lo más triste del caso es que ella, ya ha agotado todas las gestiones y fuerzas para arreglar su destartalada casa, pero como ella dice- para que voy a seguir haciendo gestiones si nadie hace nada. Ni el Delegado de mi circunscripción, ni el gobierno municipal y para que molestarme en ir al Consejo de Estado eso es por gusto. Miguelina tiene dos hijos presos, única familia en la que ella se apoya y lógicamente no pueden ayudarla a construir su casa. Los cubanos estamos en un total estado de indefensión, de falta de apoyo de los organismos del gobierno que se supone tengan planes para este tipo de casos. Una de las funciones de los delegados del Poder