Lázaro
Yuri Valle Roca:
Nuevo Vedado viernes 17 de junio de 2016. La Habana, Cuba.
Escudriñando
entre algunos documentos que dejó en custodia a sus hijos mi difunta
madre Lydia Roca Antúnez (1935-2013) encontré la biografía hecha
por ella de mi desaparecida abuela, Dulce María Antúnez Aragón
(1908-1995) en la que narra todas las vicisitudes que transitó junto
a su esposo Blas Roca Calderío (1908-1987) con el que estuvo casada
casi toda su vida, hasta que fueron divorciados con el consentimiento
de Raúl Castro, no estando mi abuelo en su pleno juicio debido a una
trombosis que afectó su cerebro dejándolo hemipléjico, después
fue casado con su secretaria Justina Álvarez, boda a la que asistió
solo un miembro de nuestra familia mi tío Vladimiro Roca junto a
Raúl Castro.
Mis
abuelos comunistas convencidos, luchaban por cambiar el sistema de
corrupción
de algunos presidentes de aquellos tiempos, pudieron lograr
la
legalización del Partido el 13 de septiembre de 1938,
que se realizara la Asamblea
constituyente que proclamó la Constitución Libre
y Soberana de 1940,
algunos militantes del partido llegaron a ser Senadores y otros
Representantes, los Sindicatos, el periódico “HOY” conformaban
la estructura del partido, gracias a que nunca fueron desmantelados
totalmente los instrumentos democráticos y Constitucionales, hasta
que triunfó la Revolución de 1959 que derogó la Constitución de
1940 y gobernó hasta 1976 con gobierno provisional y Ley
Fundamental, convirtiendo a Cuba en la finca de Don Pio y una
dinástica
dictadura.
Mi
intención no es hacer una disertación sobre este tema, es
homenajear a estas dos sacrificadas y corajudas mujeres que me dieron
vida, valores, conocimiento, ustedes se darán cuenta a través de la
biografía de Dulce María que no hay diferencias en lo que nosotros
los opositores, activistas y periodistas independientes luchamos y
demandamos en estos tiempos. También se darán cuenta porqué soy
periodista independiente y porqué me puse del otro lado de la línea
impuesta por la dinástica dictadura.
Lo
que no dice mi madre en esta biografía, es que nosotros la familia
producto del divorcio de mis abuelos fuimos vejados, humillados,
estigmatizados, éramos lo peor que dio la tierra, Dulce María murió
en un hospital sin atención por parte de instituciones que
supuestamente deben atender a ex combatientes, como también lo fue
mi madre, solo los familiares que las cuidamos queremos y recordamos
con amor, nos mantuvimos siempre a su lado.
Mi
madre magistralmente dedicó esta biografía- A
todos aquellos hombres y mujeres humildes, siempre olvidados, sin
rostro y sin nombres en el tiempo, que forman ese maravilloso
conglomerado que es el pueblo, con los que Dulce María
convivió, luchó, y aprendió.
He
tratado de reflejar, a través de la historia de mi mamá, lo que
puede la constancia, la fuerza de voluntad, la honradez, el amor a
sus semejantes.
Pienso
que el amor a la Patria y a sus semejantes, el amor a las mejores
tradiciones familiares fueron motivos suficientes para hacerla como
fue.
Es
muy difícil hacer un resumen de tantos años de vida agitada y
larga, con la biografía de mi mamá me he propuesto demostrar lo
siguiente:
_Cuando
te traces una meta, no la abandones.
_Aunque
encuentres muchos escollos en tu vida, no desmayes en lograr tus
objetivos.
_Sé
paciente.
_Ama
y respeta a tus semejantes.
_
No tengas pena de decir que no sabes algo, aprende del que más sabe
y quiere ayudarte.
_Aprende
a transmitir a tus hijos los valores mejores del ser humano.
Espero
haber logrado mi propósito.
Biografía
¿Cómo
se escribe la Biografía de una persona?
¿Por
dónde comenzar? ¿Por el nacimiento? ¿Por la muerte? ¿El día del
casamiento? Cuando hay muchos datos ¿Cómo se ordenan?
Cuando
son pocos, ¿Qué hago ahora?, ¿Cómo armo todo esto?
Puedo
decir que se conocieron tal día de tal año, que se casaron y ….
En
el lugar tal, del año tal, del día tal nació….
Rodeada
de todos sus familiares más allegados tuvo cristiana sepultura….
¿Cómo
hacer? …. ¿Qué decir?
Muchas
noches a pesar del cansancio que tenía luego de realizar los
trabajos del día, me ponía a pensar si siempre iba a ser criada en
una casa de alguno de los “Bueyes de Oro” de Sancti Spíritus.
Casa de Sacti Spiritus donde nacio Dulce Maria |
Extrañaba
el trabajo de las recogidas de tabaco en el mismo Sancti Spíritus,
trabajo que aprendí con mi abuelo materno, Pedro. Esto fue a la
muerte de mi padre. Tenía entonces 22 años. Estando en las
escogidas ingresé en Defensa Obrera Internacional, organización que
daba ayuda a los familiares de presos políticos, hacíamos visitas a
la cárcel, recogíamos ropas, dinero, comida, todo lo que pudiera
ayudar a los presos y a sus familias.
Se
me hacía un nudo entre el estómago y la garganta cada vez que
pensaba que tendría que seguir toda la vida trabajando en la casa de
alguno de los “Bueyes de Oro” de Sancti Spíritus.
Doña
Esther era una señora muy distinguida y fina. De una piel blanca y
tersa. Tenía una expresión muy dulce en su rostro. El esposo Pedro
Mencía, “El Buey de Oro” era abogado y trabajaba para todos los
terratenientes y dueños de centrales de la zona. Tenían cuatro
hijos: dos varones y dos hembras (jimaguas). Tenía que atender a los
cuatro mientras estaban en la casa. Cuando se iban para la escuela,
limpiaba, lavaba, ayudaba en la cocina, planchaba, tejía con yarey
cestas, alfombras, porta cazuelas, también tejía sobrecamas, puntas
de manteles, zurcía, pegaba botones. Cuando los niños llegaban de
la escuela debía ayudar a bañarlos, a servirles la merienda;
cuidarlos hasta la hora de comer y ayudar a acostarlos.
Dulce visito la casa donde nacio antes de caer enferma |
Aunque
el trabajo en la casa era agotador, seguí incorporada a Defensa
Obrera Internacional y de alguna forma a la escogida de tabaco.
Con
bastante regularidad recibía la visita de un primo que estaba
involucrado en el trabajo sindical y era el que me mantenía al tanto
de las luchas sindicales; me llevaba propaganda y yo mantenía mis
nexos con los compañeros. En la casa pensaban que me estaba
enamorando y sólo podía verlo por las tardes y dos veces en la
semana por 15 o 20 minutos a través de la reja del jardín. De esta
manera me fui adentrando más, - y convenciendo más-, a fondo en las
luchas obreras y sindicales. Comenzaron a surgir en mi mente muchas
preguntas sobre muchas cosas.
Entendía
que al morir mi padre todos habíamos quedado como desamparados. Mis
hermanos sabían trabajar en el campo, pues ayudaban a nuestro padre.
Las hembras éramos diestras en la casa. Desde los 9- 10 años,
ayudaba a mi madre en sus labores de “recibidora”, que era una
especie de partera natural, sin estudios profesionales. En los tantos
partos que mi madre asistió nunca tuvo problemas: no se murieron ni
la madre ni la criatura, ni hubo complicaciones de hemorragias o
infecciones. También ayudaba a mi padre en las labores del campo:
ordeño, cuidado de los animales de corral, recogida de tabaco, de
frutos, de viandas, en el techado de casas, en el desmoche de palmas,
con las colmenas y en la tienda que había en la casa.
Mis
padres participaron en la Guerra de Independencia. Mi madre como
mensajera y mi papá se incorporó al Ejercito Libertador, bajo las
órdenes de Serafín Sánchez…También estuvo peleando en la tropa
de Antonio Maceo. Siempre oí decir en mi casa que mi papá tenia
parentesco con Serafín Sánchez. No sé si es o no cierto.
Mi
papá llevaba el apellido de la madre. Ella y sus dos hermanas eran
negras libertas y llevaban el apellido del antiguo amo.
En
la finca, que se llamaba “Sebastopol” y estaba cerca del pueblo,
se sembraba tabaco (que se vendía en la bodega que teníamos en una
parte de la sala y el portal), frutas, malanga, plátano, yuca,
boniato. Había algunas vacas, puercos, gallinas, patos, guanajos. De
una parte, de la finca, mi padre cedió un pedazo para la escuela,
ahí aprendimos a leer y escribir los ocho hermanos. Con las otras
fincas que lindaban con la nuestra nos separaban cercas de piedra y
almácigos. Las relaciones con nuestros vecinos eran muy buenas.
Algunos eran nuestros padrinos. Mis padres los ayudaban en sus
faenas. Algunos eran Isleños (españoles nacidos en Islas Canarias).
Mis abuelos maternos eran españoles también.
Dulce Maria con un familiar |
Con
la propaganda que me llevaba mi primo, me fui adentrando más en las
luchas sindicales y campesinas. Me interesaba mucho lo que sucedía a
mi alrededor y decidí dejar el trabajo en casa de los Mencía. Volví
a mi escogida y mis luchas sindicales con nuevos bríos.
En
enero de 1932 soy nombrada Delegada al Primer Congreso Nacional
Tabacalero, celebrado en Camajuaní. Ya me vinculé de lleno con la
lucha sindical y comencé mis vínculos con la política.
No
entendía muy bien aquello de un régimen nuevo, de un nuevo sistema
económico, pero si estaba segura que la explotación a la que nos
sometían, tenía que terminar; que los que trabajábamos y sudábamos
tanto en fábricas, chinchales, en el campo, teníamos que cambiarla
nosotros, que los gobernantes no harían nada más que explotarnos
más y más.
En
el despalillo era muy hábil. Tenía la práctica de la finca ya que
el tabaco que cosechábamos y que se vendía en la tienda, entre mi
abuelo Pedro y yo, lo escogíamos y despalillábamos. Y por este
mismo trabajo me vinculé a la lucha sindical.
Después
del congreso continúo trabajando con los sindicatos en Placetas,
Ranchuelo, Camajuaní, Remedios, Manicaragua en mítines, huelgas,
dirigidos por la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) y
participando a la vez en todas las actividades contra la tiranía
machadista.
Fui
detenida varias veces y en una de ellas me enviaron al vivac de
Placetas, donde estuve dos días en huelga de hambre en unión a
otros cinco compañeros.
Aprendí
a hablarle a las mujeres de las escogidas y de los despalillos.
Reclamábamos mejores condiciones de trabajo, mejores salarios,
respeto a las mujeres. Comencé a destacarme como agitadora. Eran
tiempos muy difíciles: cada vez más se fortalecía el movimiento
sindical y su organización se solidificaba; disponíamos de un gran
instrumento: las huelgas.
Empezamos
a hablar de las jornadas de trabajo exigiendo menos horas; cómo nos
explotaban robándose la mayor parte de lo que producíamos y
recibiendo un salario miserable; no permitir menores en los trabajos.
En
estos años me corto el pelo a lo “garzón” y me puse un nombre:
“Esther” por el que se me conocía en toda la provincia
villareña. Como mi piel era muy blanca, el pelo medio rubianco y los
ojos medio verdes, me agregaron un apellido: “Esther la Rusa”.
Ficha de Dulce Maria en la dictadura de Batista |
A
mediados del año 1932 me envían a La Habana. Estando con Carmen
Blanco (esposa de Isidro Figueroa) y Juan Blanco en La Habana Vieja
mimeografiando un boletín de Defensa Obrera Internacional – que
debía distribuirse el 1° de Mayo de ese año - somos perseguidos
por la policía logrando evadirla. Volví a Las Villas la situación
en general, en el país no era nada buena.
Había
mucha hambre, miseria y represión. Pero a pesar del plan de machete,
de las torturas, desalojos campesinos, asesinatos de líderes
sindicales y políticos, la lucha se radicalizaba cada vez más.
A
principios del año 1933 me detienen y envían a la cárcel de
Remedios, estuve cerca de un mes y fui puesta en libertad bajo
fianza. En noviembre de 1932 el Partido Comunista había lanzado un
llamamiento: “Todo el poder para los obreros y campesinos apoyados
en Comités de Soldados y Marinos”, donde planteaba la verdadera
revolución agraria y antiimperialista. En agosto de 1933 el Partido
reafirma el llamado para crear soviets locales. Para el mes de
septiembre se constituye el soviet del central Mabay, en Manzanillo.
Junto
a Tomasa González y Antonio Falero participo en la creación del
Soviet del Central Nazábal siguiendo el ejemplo del Central Mabay.
El Central Nazábal había sido fundado en el año 1932 con el nombre
de Patricio en el barrio de El Santo en el término municipal de
Encrucijada, antigua provincia de Las Villas. Tenía en esos momentos
una capacidad para moler 250 mil arrobas de caña en 24 horas. Además
de este central había en Encrucijada los centrales Constancia (que
eran dos).
En
la ciudad de Santa Clara, estoy en las huelgas del sindicato de la
Aguja; en el boicot a la firma Trinidad y hermanos en Ranchuelo. Soy
detenida por segunda vez en este año en Remedios. El día de la
caída de Machado- 12 agosto de 1933- el pueblo de Remedios me saca
en hombros de la prisión; junto a otros presos.
Todos
creíamos que, con la caída de Machado, las cosas mejorarían, pero
no fue así. Cuba entera era una olla hirviendo. Aquel movimiento
popular de tanta fuerza, que logró expulsar del poder a un ser tan
despreciable como Machado, fracaso, torció su camino, mejor dicho,
le torcieron el camino, no lo dejaron seguir avanzando; al pájaro le
cortaron las alas.
En
enero de 1934 participo como delegada en el IV Congreso Sindical
Nacional (Congreso Obrero Nacional) en La Habana.
Asisto
al velorio de Rubén Martínez Villena en el palacio de los
Torcedores y en su entierro. Después regreso a Santa Clara para
continuar la lucha.
Por
las continuas persecuciones de que era objeto me envían de nuevo
para La Habana en este año. Llego a La Habana y no conozco a nadie.
Traía dos o tres mudas de ropa. Los compañeros que me recibieron me
llevaron para el Palacio de los Torcedores. En ese momento aquello
era como el corazón del movimiento obrero y en general, de todo.
Dormía en un cuarto, en el suelo sobre periódicos. Yo estaba
acostumbrada a todo esto, pues había dormido en casas vacías,
debajo de puentes, en medio de cañaverales huyéndole a la Rural y
escondiéndome de todos para que no me delataran. Hice amistad con
unos polacos. Que en verdad eran en su mayoría judíos nacidos en
Polonia. Fueron mis primeros guías en La Habana. Almorzaba y comía
con ellos en un comedor que tenían en La Habana Vieja: todo por
veinte centavos. Casi siempre era una sopa polaca: mucha zanahoria,
muchas hojas, remolacha y no sé cuántas cosas más.
Aquí
me incorporo de inmediato al Ala Izquierda Estudiantil, que se había
creado en 1931, con los que dejaron el Directorio Estudiantil
Universitario (DEU), por no estar de acuerdo con sus métodos. El DEU
se había creado en 1927 para luchar contra la prórroga de poderes
de Machado.
Como
activista y agitadora participo en las grandes manifestaciones
estudiantiles de La Universidad y del Instituto de La Habana. El Dr.
Celestino Hernández, Dr. Sablón, Neftalí Perna, Raúl Roa, Dr.
Limonta, entre otros muchos eran dirigentes de esta organización.
Me
incorporo a la Liga Antiimperialista de Cuba, organización fundada
por Julio Antonio Mella y que albergaba en su seno a intelectuales de
la valía de Juan Marinello, Emilio Roig de Leuschering, Dr. Chelala,
Fernando Ortiz.
En
todo el país iba en aumento la represión, la persecución de los
principales dirigentes obreros, el asalto a los sindicatos. Pero la
lucha nuestra no cesaba: ante cada acto de vandalismo cometido por
los sicarios del Gobierno, los obreros, los estudiantes salían a la
calle a protestar, a exigir nuestros derechos.
El
1°de mayo de este año (1934), fue muy violento. Cuando íbamos
desfilando coreando nuestras consignas en Carlos III y Belascoain nos
estaba esperando el ejército y la policía que comenzaron a disparar
con ametralladoras.
Para
esta época comienzo a unirme más al Partido. Ya no era sólo la
lucha sindical, ahora participaba en los círculos de estudio, en
debates de las células del Partido en los centros de trabajo. Poco a
poco voy ganando mi militancia dentro de las filas comunistas que
estaba ilegal y muy perseguida. En julio de 1934 comienzo mi trabajo
en las oficinas donde radicaba la dirección del Partido. Hice muchos
trabajos de enlace, cuidando la casa, citando a los compañeros para
las reuniones. Cuando se reunía lo que era el Buró Político los
compañeros debían entrar y salir a distintas horas y tenía que
garantizarles que todo esto fuera seguro. No se podían cometer
errores. Descabezaban la organización. En los días que durara la
reunión debía atenderlos a todos, cocinarles, buscar las cosas que
se necesitaban.
Estando
en San Juan y Martínez participando de la huelga de marzo de 1935,
caí presa; estuve detenida tres días.
En
diciembre de 1935 tengo a mi hija Lydia, el padre estaba preso en El
Príncipe. Es entonces que Fabio Grobat habla conmigo y me revela la
verdadera identidad del papá de mi hija. Hasta el momento yo lo
conocía como Paco o Paquito. Yo no sabía que era Blas Roca. Ese era
un seudónimo. Él estaba preso con otro nombre, porque estaban
buscando al famoso Blas Roca.
Mantengo
mi militancia dentro del Partido a pesar de las difíciles
condiciones existentes. Después de la huelga de mayo de 1935, con el
derrocamiento de Grau San Martín se desató una ola represiva muy
fuerte. Se desarticula el movimiento obrero y comienza un avance del
fascismo a nivel internacional.
Aceleradamente
comienza la reorganización de los sindicatos y el movimiento obrero
en medio de un agresivo proceso de disolución de los sindicatos y
los comunistas en general, al movimiento revolucionario impuesto por
el gobierno Mendieta-Caffery-Batista.
Entre
febrero y octubre de 1935 el Partido celebra dos plenos del Comité
Central. En ellos se plantea que la lucha fundamental nuestra no es
sólo contra los políticos corruptos del país, sino contra el
enemigo principal de la clase obrera: el imperialismo norte
americano. Para poder llevar esa lucha a feliz término (toma del
poder por la clase trabajadora) era necesaria la unidad de todos
aquellos interesados en la lucha por la instauración de un régimen
civil democrático para la conquista de la independencia nacional.
Es
cierto que la formación de los soviets fracasó, pero quedó la
semilla: lo que se puede y se debe hacer para lograr la verdadera
independencia económica y política.
Además
de la atención a las oficinas del Partido, continuaba con mi trabajo
dentro del movimiento obrero.
En
Cárdenas junto a Eladio de Marcos, participo en la huelga de La
Arrechabala en el año 1936.
Al
crearse el Comité Pro lucha de la Guerra Republicana, en apoyo a la
Republica española agredida por el nazi fascismo - con Rosa Pastora
Lecrert y Ramón Nicolau- participo en la recogida de ropa, alimentos
y dinero. Me vinculo estrechamente a ellos y ayudo a cuidar de
algunos compañeros que regresaron heridos y había que mantenerlos
escondidos.
Trabajo
en la creación y fundación de la Federación Democrática de
Mujeres Cubanas – que tiene su antecedente en el movimiento
feminista-, por que estando dentro del trabajo sindical me era fácil
movilizar las mujeres para integrarlas a una organización más
amplia y con fines más abiertos que los que planteaba el Movimiento
Feminista. Pepilla Vidaurreta, Charito Guillaume, Rosa Pastora
Lecrert, Vicentina Antuña y otras más fueron las organizadoras del
Primer Congreso Nacional Femenino que se celebró en los salones del
Centro de Dependientes en 1939. Desde entonces hasta el final de mi
vida trabajé con el Movimiento Femenino, que devino luego en
Federación Democrática de Mujeres Cubanas y a partir de 1959 como
Federación de Mujeres Cubanas.
En
el X Pleno del Partido celebrado en julio de 1938 se hace una
evaluación de la nueva situación político-económica del país a
raíz de los cambios ocurridos a partir de medidas adoptadas y
puestas en práctica por Batista:
_La
legalización del Partido el 13 de septiembre de 1938, esto facilitó
la reconstrucción del movimiento sindical que culminó en la
Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) en enero de 1939 bajo la
dirección de Lázaro Peña, y su reconocimiento jurídico gracias a
las crecientes luchas de la clase obrera.
_
La celebración de la Asamblea constituyente que proclamó la
Constitución Libre
y Soberana, en 1940;
_
La decisión de Batista de abandonar el plan Trienal;
_
Celebración de elecciones generales que se celebrarían en 1940.
Estas
demandas, por las que habíamos estado luchando los comunistas aún
bajo las férreas persecuciones, nos dio la oportunidad de acceder al
interior del sistema político y que, desde él, lucháramos por la
conquista de un conjunto de medidas de beneficio popular, en un
momento no propicio para la realización de una revolución que
transformara el sistema. Esto nos permitió trabajar más
profundamente en la preparación de obreros, campesinos y pueblo en
general, en la conciencia de clases y en la significación del
comunismo (la teoría marxista) como la verdadera opción para
aprender la esencia del capitalismo y la necesidad de la revolución
para sustituir todo el régimen de explotación a que éramos
sometidas las masas populares y trabajadoras.
Vivíamos
en el barrio de Arroyo Apolo (en el actual 10 de octubre) y allí
desarrollo junto a Nila Ortega, Vicente García Carvajal, un intenso
trabajo en las campañas electorales. Tanto dentro del Partido, como
dentro de la Federación Democrática de Mujeres Cubanas, estoy de
lleno en la lucha contra el fascismo, cuando la II Guerra Mundial,
recogiendo firmas para la paz organizando y participando en mítines,
actos, etc.
Junto
a todo esto, gracias a la fundación de la CTC y a los miembros del
Partido electos a representantes y senadores desarrollamos una
“política de defensa de los sectores más populares inédita en
Cuba”; aprobación de un conjunto de leyes: contra el desalojo
campesino; la igualdad de la mujer ante el empleo y el salario; la
autonomía universitaria; la defensa de los intereses de la escuela
cubana, que junto a otros más beneficiaron grandemente a los
sectores con más necesidades en todo el país.
Al
cumplirse el aniversario 50 de su ingreso en la Universidad de La
Habana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz señaló en su
discurso: “todas las huelgas, las batallas fundamentales que se
libraron en aquel período por el salario, por la mejoría de las
condiciones de vida de la población las llevó a cabo, realmente el
Partido Comunista y los dirigentes obreros comunistas con una gran
lealtad, con una entrega total;”
A
través del Frente Nacional Antifascista y sus organismos
territoriales y el apoyo irrestricto de la CTC, desarrollamos una
amplia labor divulgativa, solidaria, y de ayuda material a los
luchadores antifascistas. Se hizo un llamamiento a los obreros a
través de la CTC y el Partido, para evitar las huelgas, a la vez que
se le exigía a Batista el cumplimiento de la plataforma de gobierno.
Figuras
de la talla de Emilio Roig, de Leuschering, Don Fernando Ortiz,
Salvador García Agüero, Juan Marinello, Carlos Rafael Rodríguez,
Blas Roca, pudieron refutar las posiciones reaccionarias de la
historiografía burguesa, defensora de los intereses imperialistas de
deformar el surgimiento de la nacionalidad cubana, para ajustar los
hechos a sus intereses neocoloniales.
En
1946 el Gobierno Norteamericano estableció la política de guerra
fría, y se lanzó a la conquista de su posición como gendarme
mundial. Esto termino abruptamente con la política de coqueteo del
gobierno de Grau con los comunistas.
Se
ilegaliza la CTC y Eusebio Mujal es designado para dirigirla. A esta
“nueva” organización obrera se le denominó popularmente CTK
(por K listo kilowatts).
El
Partido llama a todos sus militantes para reforzar la política de
unidad de las masas, y que, partiendo de la reconstrucción de la
unidad quebrantada por los mujalistas, nos permitiera ir hacia la
unidad nacional, atrayendo a los sectores patrióticos y
antiimperialistas para luchar por la verdadera liberación nacional.
Cuando estábamos inmersos dando cumplimiento a esta orientación del
partido, se produce el artero golpe del 10 de marzo de 1952,
cerrándose todas las puertas para una solución democrática
burguesa a los candentes problemas de la sociedad cubana.
En
su artículo “Sobre la crisis política actual” publicada en la
revista Fundamentos en noviembre del 51; Blas Roca Secretario General
del Partido apuntaba:
“La
sucesión de golpes de Estado y de sangrientas revueltas, el
reforzamiento de las viejas tiranías centroamericanas, la promoción
de gobiernos de factura militar, reaccionarios y tiránicos y la
progresiva restricción de las libertades públicas, y a todos los
derechos democráticos en toda la Isla, son cosa que no ocurren de
casualidad ni representan, tampoco, el resultado natural del
desarrollo político interno de los países afectados”.
“Esto
es, ante todo el resultado de los manejos de los imperialistas
yanquis, de su política de guerra y agresión, de sus esfuerzos por
aplastar el movimiento obrero popular antiimperialista y democrático
de nuestros países” (…)
“Esta
orientación es la que explica quizás las recientes manifestaciones
de ciertos círculos imperialistas con respecto a la posibilidad de
un golpe de Estado en Cuba”.
De
esta manera, se alertaba ya desde finales de 1951, la proximidad del
golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
La
reacción popular fue unánime: el pueblo repudió el golpe, no sólo
por inconstitucional, sino también porque de un manotazo nos quitaba
la victoria sobre Prío y su camarilla, en las elecciones del próximo
1° de junio.
El
Partido es ilegalizado, asaltado el periódico HOY y rotas sus
máquinas; la rotativa la molieron a mandarriazos.
Al
año siguiente Fidel y sus hombres atacan el Cuartel Moncada y el
Cuartel de Bayamo y se recrudece la persecución contra los
comunistas, a fidelistas, a Blas, mi esposo. En estos años, hasta
después de la huelga del 9 de abril en que nos tuvimos que mudar de
la casa en Estrada Palma # 107 en Santos Suárez, eran continuas las
visitas del BRAC, del SIM, del Buró de Investigaciones, lo mismo
buscaban la Carta Semanal, que el Magazine Mella, que la imprenta
donde se imprimía la literatura revolucionaria. Estuve presa, así
como mis dos hijos mayores, en el SIM, en el BRAC, en el Buró de
Investigaciones. Estuve presa dos veces en la Décimo segunda
Estación de Policía, en la Décima Estación, con Carratalá en la
Estación del Cerro.
A
pesar de las constantes visitas de estos personajes indeseables, la
casa de Estrada Palma fue utilizada para dar reuniones de la Juventud
Socialista. Entre los que allí se reunían recuerdo a Julio Antonio
Cendán, Oscar Fernández Padilla, Jorge Risquet Valdés, Fabián
Escalante, Fulgencio Oroz.
Esta
etapa hasta enero 1°de 1959 la vida mía y de mis hijos fue muy
activa, además de la correspondiente militancia partidista y de la
organización juvenil del Partido de mis hijos mayores, todos
estuvimos sirviendo al Partido y sus orientaciones. Se vendió la
Carta Semanal, el Magazine Mella, se distribuía la propaganda que
nos dejaran, participábamos en manifestaciones, como la celebración
del 1° de Mayo en el Estadio Universitario en apoyo a la huelga del
9 de abril; se recogieron armas, balas, ropa, frazadas, comida para
mandar a los alzados de la Sierra y Las Villas; dinero para sufragar
los gastos del Partido y de la Juventud; de los alzados.
Al
triunfo de la Revolución el 1° de enero de 1959, me fui con la mamá
de Fabián Escalante, a buscar a Fabián que estaba preso en el Buró
de Investigaciones y a los demás que fuéramos encontrando, no sólo
en el Buró, sino en el BRAC, SIM, etc. Logramos aglutinar un grupo
de mujeres que estaban en la misma situación que la mamá de Fabián
(o parecida) y estuvimos revisando lugares en busca de los demás
compañeros que pudieran sacarse de las garras de los sicarios que
quedaron en la policía o en los cuarteles.
Ya
con el triunfo de la Revolución soy fundadora de los CDR y de la FMC
en la casa de Figueroa 664 entre Freyre de Andrade y Espadero, en La
Víbora. Participo en la fundación de una Escuela frente a mi casa
“Flores de La Vida”, participo en las movilizaciones para la
vacunación anti polio. Viajo con mi esposo Blas Roca a China en la
primera delegación cubana que va a ese país hermano y de allí,
hacemos un recorrido bastante amplio por la URSS (hoy Rusia y
Belarus) Y otros países Socialistas de Europa. Junto a mi esposo
Blas viajé por muchos países formando parte de la delegación
cubana.
Dulce Maria en el recibimiento de Yuri Gagarin junto a su esposo Blas Roca y Faure Chaumont |
Dulce Maria con Juan Marinello y Fabio Grobart |
Dulce con su esposo Blas Roca se reunen en el tren con Mao Tsedum en su viaje a China |
Nos
mudamos de la Víbora para el Nuevo Vedado, calle 36 # 92 esquina 41,
hoy Escuela Secundaria, y dentro de la FMC y los CDR, ocupo los
siguientes cargos:
_
Secretaria de Bloque de la FMC.
_
Ideológica de Delegación de la FMC.
_
Presidenta del CDR #4 Sergio Pérez, Nuevo Vedado.
_
Ideológica de la Zona #8 de los CDR Plaza de La Revolución.
_
Ideológica de la Zona #52 de los CDR Plaza de La Revolución.
_
Ideológica de la Zona #54 de los CDR Plaza de La Revolución.
En
1973 me es entregado nuevamente el carné del Partido, ocupando el
cargo de Ideológica cuando militaba en el núcleo Zonal de Plaza de
la Revolución.
Participe
como delegada al Primer y Segundo Congreso del Partido Comunista de
Cuba.
Fui
delegada al Primer Congreso de los CDR.
Participe
como invitada al Segundo Congreso de los CDR.
Asistí
como invitada al III Congreso de la FMC.
Durante
5 años fui Presidenta del Consejo de Escuela de la Escuela Primaria
Mártires del Segundo Frente Oriental “Frank País”, Nuevo
Vedado, con la condición de Abuela Destacada.
En
las primeras elecciones del Poder Popular fui candidata a delegada
por la
circunscripción
#52.
Fui
condecorada con la medalla conmemorativa XX Aniversario en 1973.
En
1981 se me otorgó la distinción “28 de septiembre”.
El
Sindicato Nacional Tabacalero, en diciembre de 1981 me entregó el
carné de Activista de Historia del Movimiento Sindical, en la
Fábrica de Tabacos “Briones Montoto”.
En
1987 en solemne acto en el Estadio Universitario me fue entregada la
medalla de la Lucha Clandestina.
Al
crearse la Asociación de Combatientes, se me aceptaron los avales
que presenté y se me dio la condición de miembro de la Asociación.
Me
incorporo a las Milicias Revolucionarias, y gano el grado de
Sargento.
En
1990 sufro un paro cardíaco con paro respiratorio. Voy a vivir con
mi hija Lydia. Se me agrava poco a poco la inmovilidad de mi lado
izquierdo, producido por un infarto cerebral sufrido en 1987. Ya me
veo imposibilitada de continuar en mis actividades de los CDR, la
FMC, las Milicias, el Partido.
Mi
madre nació en Sancti Spíritus el día 12 de septiembre de 1908.
Aparece en la inscripción como el día 21 de septiembre, pues ese
fue el día de la inscripción. La finca donde vivían, cercana al
pueblo de Sancti Spiritus, se llamaba Sebastopol y se perdió a la
muerte de mi abuelo Luis.
Se
casó en el año 1940, pues tuvo que esperar que mi papá legalizara
por la reciente constitución aprobada, su nombre o seudónimo por el
que ya se conocía, Blas Roca Calderíus o Calderío.
Tuvieron
cuatro hijos en este orden:
_
Lydia;
_
Francisco Luís;
_
Vladimiro;
_
Joaquín.
Con
todos estos altibajos de vivir la mayor parte del tiempo en la
clandestinidad, perseguidos, nos criaron “Como Dios manda”, según
dirían mis abuelas. Nos enseñaron a ser justos, honrados, veraces,
pero, además teníamos el ejemplo en la casa y no era fácil hacer
cosas que no debíamos hacer, pues los dos estaban en constante
vigilancia sobre nuestras conductas.
Nos
comunicaron el valor de la paz, de la amistad, del compañerismo. Nos
leyeron a Martí, a Maceo, a Máximo Gómez. De primera mano
conocimos la vida de Martínez Villena, Baliño, Mella, de Félix
Varela, el sacerdote que revolucionó la enseñanza en Cuba.
Aprendimos
a ser fieles a los principios partidistas que profesaban nuestros
padres.
Con
estos principios vivió Dulce María hasta el final de sus días.
Murió
el 25 de abril de 1995, con 86 años de edad, en la Ciudad de La
Habana.
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