Lázaro Yuri
Valle Roca: Nuevo Vedado
domingo 4 de agosto de 2013. La Habana. Cuba.
Cuando
salí de la casa de nadie me despedí. Bueno, no podía ser de otra manera, ya que
tenía que llevar a mi madre, para el Hospital Joaquín Albarrán de la Ave. 26. Con
el máximo de apremio, el que caracterizaba la comprometida situación.
Esta es la sala de espera del Cuerpo de Guardia del Hospital Joaquin Albarran. |
Me
fui cargado, si, casi una mudada, con las cosas que hacen falta para un ingreso
de varios días. Una cafetera para hacer café- Hay que brindarle por la mañana a
los médicos y enfermeros.
Son
muy importantes las relaciones sociales dentro del hospital, hay que garantizar
una buena atención. Aunque no lo crean, si tratas de darle dinero a alguno de
estos trabajadores lo consideran una gran ofensa, y que dicho sea de paso lo
que ganan los médicos y enfermeros en Cuba, es una miseria.
Solo
un enfermero gana 340 pesos moneda nacional al mes, y trabaja hasta 72 horas
seguidas por falta de personal, debido a que muchos de estos se han ido a
explorar en los trabajos por cuenta propia, donde tienen una mejor remuneración,
sin tener que hacer guardia de noche.
Los
precios de los alimentos y artículos de primera necesidad en las dos monedas,
han subido desmesuradamente, solamente el boniato que es el último eslabón de
la cadena alimenticia del cubano de a pie, de 0.75 cts. Subió a 2.50 pesos la
libra, cuanto necesita este enfermero o médico sacar de su salario para
alimentar a su familia.
Estos
y otros factores son los que inciden, para que prolifere este tipo de
manifestación, no solo en los hospitales, si no en nuestra sociedad a nivel
general. Este actuar al que hemos catalogado con el modismo que nos caracteriza
a los cubanos como “Sociolismo” “luchar”
“Mecánica” Pero estos gestos, como decíamos, hacen que se tenga una mejor
atención para con tú familiar.
Por
ejemplo si se le salió el suero de venas, canalizan rápido las venas de tu
familiar. Si no hay trocar para canalizar, que por lo general tienen que ir
hasta otro piso para buscarlo porque siempre faltan todo tipo de medicamentos,
agujas, jeringuillas y etcéteras puede que encuentre uno de los que siempre se
guarda.
O
que el camillero siempre esté disponible para cuando tienes que llevar a tu
familiar al laboratorio o hacerle una placa.
Un
ventilador es muy importante para que no te ahogues del calor, sobre todo ahora
en el verano, está de más decir que no hay aire acondicionado. En el preciso
momento que llegas al hospital te dice el custodio-Mío tienes que pasar por el
departamento de admisión para que hagan el pase del aparato, si no lo tienes
que dejar aquí-Si le preguntas porqué, enseguida te dicen-Es que el robo está
al tolete-Quiere decir que es desproporcionadamente alta la incidencia de robos
en los hospitales.
Se
cae de la mata, que también tienes que llevar sábanas, toallas, fundas, pijama.
Ahora que digo pijama me recuerdo que yo tenía unos 20 años y la novia del
momento me preguntó en una ocasión, si yo tenía esa prenda de vestir, le dije
que no, le pregunté porqué quería saber eso, contestándome-Que era por si tenía
que ingresar en un hospital-Que cosas, le dije a esa edad pensando en eso, que
preocupación para una adolescente en la que debían primar las aspiraciones,
expectativas, ilusiones y fantasías de su edad.
También
tienes que llevar aseo personal, un cubo para el baño y guardar agua ya que hay
agua 20 minutos por las mañanas, mediodía y en las noches. Se pueden imaginar
la extensa gama de olores, en 15 días aprendí por los olores cual era infección
de los riñones, o el azúcar alto.
Las
llaves de agua se botan incesantemente porque no tienen zapatillas, y los
inodoros no descargan porque están rotos.
¡Así de simple!
Como
ven, tuve que llevar todo lo que humanamente se les pueda imaginar, hasta una
cuña para que orinara mi viejita. Yo le decía jocosamente que es la vieja más “Rápida y Furiosa” del barrio, porque
siempre estaba montada en la dichosa cuña, y hay que correr. En ocasiones no me
habré llenado de “Gloria” pero sí de
la satisfacción y el orgullo de darle en vida los cuidados y amor que merece.
Me
faltaba algo y más importante, la comida del paciente y del acompañante, porque
la comida que se oferta en el Hospital no es comparable con absolutamente nada.
Así y todo, la gente se mata por ella, una mujer se preguntaba jocosamente-Que
tendría esta que todos se mueren por ella, como la envidio-decía refiriéndose a
la comida que oferta el hospital.
Ni
la NASA, ha podido inventar manjar tan exótico, a base dicen, de proteína
vegetal y otras cosas, que hasta el momento son desconocidas para el más simple
habitante de esta galaxia estelar.
Gracias
a que por las noches y a primeras horas de la mañana pasan los reparadores de
sueños. Estos, son una muchedumbre de vendedores de café (potagito) mezclado,
galletas, dulces, palitroques, que como quiera que sea, estas chucherías por lo
menos cubren los espacios vacíos de tus intestinos evitando que suenen mucho,
y, puedas aguantar hasta el otro día sentado en una butaca.
Actualmente
ingresar a un familiar en un hospital, es un inmenso gasto, solo en refresco y
jugos para el enfermo es una hipoteca, enfermarse ha pasado a ser un lujo, que
solo los que tienen dinero y amistades poderosas pueden darse.
Bueno,
llegamos al cuerpo de guardia, nos recibió un médico que con esmero nos atendió
e ingresó a mi madre en una de las camas, le puso tratamiento y solo había que
esperar hasta el próximo día que se desocupara una cama, en la sala que se le enviaría.
Esta
área del cuerpo de guardia, está dividida en cubículos de 4 camas cada uno, en
el que nos tocó, la última cama estaba ocupada por un señor con su madre. Se
veía que la señora estaba en muy mal estado, su hijo a simple vista muy dolido,
pero su dolor y situación no impidieron que siguiera realizando su trabajo en
medio del ingreso y estado de gravedad de su madre.
Este
señor trabajaba en la corporación del reciclaje, mientras le pasaba la mano por
la cabeza a su mamá en un tierno gesto, escachaba latas con un pesado hierro
que tenía en la otra mano, latas recogidas en los latones de basura y en las
calles de la ciudad, para después venderlas.
Yo
no sabía cómo decirle que parara de escachar latas, que ese ruido molestaba a
mi madre, hasta que me decidí y le dije-Hermano mío, por favor mi mamá también
está mal y quiero que se calme y duerma- Y él me contestó-Ñoooo discúlpame es
que si no acabo con estas latas, no puedo comprarle mañana un pepino (envase
PET de litro y medio) de refresco de cola a la vieja.
No
dije nada más, solo dejé que terminara las 20 latas que le quedaban, y esperar
hasta la mañana del otro día en que subimos a la sala.
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