Lázaro Yuri Valle Roca: Nuevo Vedado La Habana 26 de Agosto de 2016.
"El embargo
no se ha acabado, mucha gente hace una interpretación equivocada. Hasta ahora
lo que existe es unos tipos muy específicos de negocios, en unas áreas también
muy específicas", dijo a Efe Jennifer Díaz, abogada experta en leyes
internacionales.
No obstante, se
trata de una puerta que han aprovechado este año empresas como Carnival, que
envió su primer crucero desde EE. UU a la isla el pasado 1 de mayo tras
cincuenta años de enemistad entre ambos países, y Jetblue, que tiene previsto
el primer vuelo comercial a Cuba el próximo 31 de agosto.
De igual forma,
el sector hotelero de EE. UU comenzó su presencia en la isla con el hotel Four
Points, que inauguró en La Habana la cadena Starwood en junio pasado, y también
con la plataforma de alojamiento de vivienda privada Airbnb, que ofrece desde
abril al menos 4.000 residencias en Cuba.
La abogada Díaz
aconsejó a aquellos que quieran hacer negocios con la isla ir con "los
ojos abiertos porque es un nuevo territorio", donde hay pendiente por
resolver "muchos asuntos", entre ellos las formas de pago.
El economista
Jorge Salazar-Carrillo explicó a Efe que de esta especie de apertura es poco lo
que cree le quede a Cuba, al citar como ejemplo que "el 80 % de lo que los
turistas consumen en la isla es importado".
Salazar-Carrillo,
profesor de Economía de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo además que es difícil superar los
6.600 millones anuales que él calcula envían anualmente los cubanos en remesas,
ya sea en "efectivo, medicinas, alimentos y cemento, entre otros".
La
“Normalización” de las relaciones entre Cuba y EEUU parece ser un “Pacto Secreto” (representando los
intereses ideológicos de la izquierda de Estados Unidos) para salvar la
dictadura del colapso y, tras el paso de los Castro, garantizar la transición y
continuidad dinástica del castrismo en un nuevo gobierno controlado por los
generales de las FAR y el MININT, en el que se piensa coronar al hijo de Raúl
Castro, Coronel Alejandro Castro Espín. De aquí las concesiones unilaterales,
con el entendimiento explícito de que nada que debilite el control férreo sobre
el pueblo será modificado. Los cubanos continuarán privados de las libertades
civiles y económicas, el modelo económico estalinista seguirá siendo
esencialmente el mismo, con las empresas estadounidenses negociando
exclusivamente con los ministros de Raúl, el mismo patrón de hace medio siglo.
Cualquier líder
opositor que represente una amenaza será “neutralizado” – a cualquier precio-
con el silencio cómplice del gobierno estadounidense.
El objetivo de
la visita de Obama a Cuba ha sido el respaldo inmediato a la dictadura
castrista. Tras la mascarada de los derechos humanos se busca afianzar el
régimen. No importa con que disidentes se reúna, el objetivo es decapitarlos.
Podría conversar con todos los cubanos víctimas del régimen y del sistema, pero
en realidad Obama es “Ambia del muerto y amigo del matador”.
Para las FAR
será muy lucrativo. De hecho, los estadounidenses que viajen a Cuba en los
próximos años estarán apuntalando en el poder a los militares cubanos. Hoy en
día, los oficiales superiores de las FAR están a cargo del Banco Financiero
Internacional (BFI), la producción de azúcar, el turismo,
importación-exportación, tecnología de la información y las comunicaciones, la
aviación civil y la producción de habanos. Se estima que al menos el 60% de la
economía de Cuba y el 40% de los ingresos en divisas están en manos de los militares
y que el 20% de los trabajadores están empleados por la compañía matriz de las
FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), GAESA. Los turistas están contribuyendo
inconscientemente a las arcas del ejercito y el gobierno Castrista, por una
suma de varios miles de millones de dólares al año. Parte de esta inyección en
divisas ha alimentado la corrupción dentro de las FAR y el MININT. No obstante,
cuando el embargo de Estados Unidos finalmente se “levante”, las empresas
estadounidenses interesadas en invertir en Cuba tendrán que asociarse con
empresas bajo el control de los militares cubanos. De ello se desprende por
tanto, que el gobierno de Estados Unidos necesitará comprometerse ampliamente
con las FAR en cuestiones económicas y comerciales, así como políticas y
militares.
Las
tribulaciones de Cuba con Moscú, tras la desaparición de la ex Unión Soviética y el fin de los subsidios
de ese país, obligó al entonces ministro de Defensa Raúl Castro a reemplazar el
estilo soviético de las FAR, el sistema de planificación y mando centralizados
por los métodos de gestión y contabilidad occidentales. Enviando a algunos de
los oficiales más brillantes de las FAR, a Europa y América Latina para el
entrenamiento en prácticas de negocios capitalistas, encabezada por su yerno Luis Alberto Rodríguez Callejas que dirige GAESA,
un general de brigada que habla inglés con un acento impecable de la clase alta
británica, creando los nuevos cuadros de “soldados
tecnócratas" para administrar las crecientes empresas de producción
militar de las FAR. Después de asumir la presidencia en 2006, Raúl Castro
amplió aún más la presencia de los militares tanto en la esfera política como
en la económica.
Alejandro Castro Espín junto a su hermana mariela |
El Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros está dominado por los militares, mientras
que ocho de los 27 ministerios del gobierno están dirigidos por oficiales de
las FAR en servicio activo o retirados. La mitad del Buró Político del Partido Comunista
está compuesto por militares en activo o que de algún modo han tenido un
estrecho vínculo con los militares.
Podemos resumir
el sentir y frustración de los cubanos con esa sabiduría popular que
caracteriza a mi amigo Manolo que me dijo ¿Y cómo quedo yo en esta historia? Aquí
no hay ná pá nadie mi brother, yo me voy pá el YUMAO EXTRANJERO (EEUU) no me
importa morir en el intento, si es en Centroamérica o en el estrecho de la
Florida, pero me piro a como de lugar de esta mentira para vivir como Dios
manda, así que el último que salga que apague la luz del Morro”
Comentarios
Publicar un comentario