Lázaro Yuri Valle Roca: Nuevo Vedado sábado 25 de julio de 2020. Habana, Cuba.
En Cuba existe una dictadura por 61 años donde el Partido Comunista (único permitido) mediante el sistema de centralización controla los medios de producción, comunicación y los tres poderes del Estado judicial, ejecutivo y legislativo. Ejerciendo un control total sobre los ciudadanos privandolos de sus derechos y libertades.
Como todo sistema totalitario y antidemocrático entra en contradicción con la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en específico con su artículo 17 que dice: “Toda persona tiene derecho a la propiedad individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad”.
En la recientemente “aprobada” Constitución mediante “referéndum” en su artículo 22 inciso g) dice que la “propiedad personal es la que se ejerce sobre los bienes que, sin constituir medios de producción, contribuyen a la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de su titular. Todas las formas de propiedad sobre los medios de producción interactúan en similares condiciones; el Estado regula y controla el modo en que contribuyen al desarrollo económico y social. La ley regula lo relativo al ejercicio y alcance de las formas de propiedad”.
Este inciso como casi todos de la Constitución cubana, traiciona a todos aquellos hombres y mujeres que lucharon en la guerra de independencia, que concibieron nuestra nación sobre las bases de la Igualdad, Libertad y Respeto. Como lo expresó uno de esos hombres, el abogado Ignacio Agramonte referencia por sus ideas y postulados, “Que la sociedad garantice su propiedad y seguridad personal, son también derechos del individuo creados por el mero hecho de vivir en sociedad…”
Como podemos ver en el artículo 22 de la Constitución cubana el Estado regula y controla pero solo al pueblo manteniéndolo engañado, que vive en casas de gelatina donde mueren aplastados por los escombros. Mientras la autocracia castrista vive en mansiones, tienen varias propiedades y negocios tanto dentro como en el extranjero, cuentas fantasmas millonarias en el exterior (revelado por la investigación Panamá Papers) disfrutando una vida lujosa y ostentosa, aumentando las desigualdades, el hambre, la impunidad y la represión.
Por eso no me cansaré de repetir que “No se puede hacer algo bueno sobre la infelicidad de tu pueblo”.
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