El litigio de la viuda de Guanabacoa.

Rosa observa el muro puesto por su vecino desde el techo de su casa.

Lázaro Yuri Valle Roca: Nuevo Vedado 10 de junio de 2013. La Habana. Cuba.

Rosa Betancourt Mustelier es una de esas mujeres de campo. Que lo único que han hecho en toda su vida, ha sido trabajar como una mula para poder criar a sus hijas y nietos con una total abnegación a su familia.

Ella es natural de Santa Catalina provincia de Guantánamo. Cuando se casó con el padre sus hijas vinieron a vivir a La Habana.

Donde reside actualmente con dirección Camino de la Planta No.4 entre Real y Pasaje B, Bacuranao Guanabacoa.

El esposo de Rosa murió hace 5 años de un derrame cerebral, era uno de esos abnegados combatientes del Ministerio de Interior, más específicamente de la guardia personal de Fidel Castro.

Según me contó Rosa, casi nunca estaba en la casa por estar cuidando las espaldeas de su amado líder.

O en alguna misión que cumplir, como custodiar a visitantes extranjeros o los restos del Che hasta su mausoleo en la provincia de Villa Clara.

Rosa lleva un litigio de vivienda, por la delimitación con la casa de su vecino, ya que este ha hecho un muro pegado a la pared de casa de Rosa.

Que ha provocado malestar y fricciones entre ellos, a pesar que Rosa vive ahí hace 30 años antes de que se mudara este señor.

Al punto, de que estos vecinos le viran el reloj de electricidad. Y se defecan en la puerta de su casa.

Sin importarles que Rosa cuida niños. Un negocio con el que ella sobrevive.

Por las noches le caminan por el techo de su casa, dejándole desperdicios de comida y otros desechos sólidos.

Rosa pensó que los méritos adquiridos por su esposo le servirían, no para resolver su problema.

Pero sí para que atenuara el nivel de impunidad y de corrupción, a que está sujeto su litigio. Ya que sus vecinos le gritaron que ellos tenían dinero.

Y una amiga fiscal llamada Virginia del Tribunal Provincial, hasta los abogados contratados por ella, la mantienen en ese limbo judicial.

Las denuncias hechas por ella a la policía contra sus vecinos no surtieron efecto. Porque según la policía eso no es de ellos si no del sistema de la vivienda.

Como tampoco nadie se ha pronunciado por la falsificación de los documentos de su vecino.

Debido a esto Rosa se dirigió al departamento de Atención a familiares de los Combatientes del Ministerio del Interior.

Allí le dijeron muy suavemente, que ellos solo atendían a los familiares de los combatientes vivos, no los muertos.

Y ¡suabana!- Me dice Rosa- El muerto al hoyo y el vivo al pollo.

-Si eso es con los familiares de los que les cuidaron sus espaldas qué será del ciudadano simple, del que no tiene padrino ni dinero, bueno como yo-

-Ya he ido y escrito, ha todo y todos los que te puedas imaginar, incluyendo Raul Castro y Fiscalía.

He hecho casación hasta el Tribunal Provincial, solo me queda el Supremo y hasta el momento nadie me da respuesta ni hace nada-

-Por eso me pregunto ¿Dónde está la justicia que a mí me toca?

¿O es que ya no existe?

¿O no tengo derecho a ella?

Aquí se luchó por acabar con la corrupción de Batista. Y el capitalismo para poner el socialismo.

Y ahora la corrupción y la ley del dinero, es lo que sobresale a todos los niveles de la sociedad y el estado-

-Yo veo como piden en la televisión, como se reclama que el juicio de “Los 5 héroes” fue amañado por que se hizo en Miami.

¿Y el mío?

Que se ha hecho en Cuba y ha sido hasta peor porque se dice que aquí hay justicia. Pero hasta el momento yo no he encontrado la que a mí me toca- Terminó de decirme Rosa, con voz entrecortada, que a la par se le salía otra lágrima de sus expresivos ojos negros.

En estos momentos que Rosa ha llegado nuevamente a mi casa para que le haga un nuevo vídeo denunciando los atropellos que contra ella se han hecho.

Y confirmándome una vez más, que ella no tiene miedo. Y está en un estado de desesperación tal, que se irá con sus dos hijas y sus dos nietas a la Plaza de la Revolución.

A protestar para reclamar sus derechos. A que se le haga justicia.

-Esto es inconcebible, todo esto por poner una cerca que divide un pasillo entre las dos casas-

-Un litigio de juzgado se está convirtiendo en un problema político-

¿Lo que se ve en este país verdad? Terminó diciéndome Rosa, ya mas calmada pero seguía visiblemente enojada.