Human Rights Watch y la ONU advierten del peligro que el autoritarismo en diversos países pueda restringir los derechos humanos de las poblaciones.
Lázaro Yuri Valle Roca: Nuevo Vedado 22 de julio de 2020. Habana Cuba.
Vea el vídeo en este enlace: https://youtu.be/BHiNiFxqEfg
La crisis creada por la pandemia COVID 19 ha aumentado el autoritarismo en países democráticos y más aún en los autócratas, desnudando las fallas de los sistemas.
Según “OpenDemocracy refiere, que en la actualidad cerca de 2.000 millones de ciudadanos viven en países donde sus congresos están en suspenso o con actividad condicionada como consecuencia del COVID-19. Los parlamentos están siendo marginados, los periodistas arrestados y hostigados, las minorías usadas como chivos expiatorios, y los sectores más vulnerables de la población enfrentan nuevos y alarmantes peligros a medida que los cierres económicos arrasan con la estructura misma de las sociedades en todas partes”
En Rusia, Vladímir Putin sigue maniobras políticas que lo dejarían en el poder hasta el 2036. Sus métodos, autoritarios como cierre de periódicos, estaciones de televisión de la oposición, encarcelamiento, exilio y asesinato de rivales políticos y económicos.
En China, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular promulgó sin siquiera haber hecho público el contenido, la Ley de Seguridad para Hong Kong que prohíbe básicamente cualquier acción de protesta o libertad de expresión de los hongkoneses con la ayuda de casi 4.000 policías antimotines constantemente en alerta.
En China, Corea del Sur e Israel están tratando de controlar la crisis actual obteniendo información de los teléfonos móviles de los ciudadanos, que si bien puede ayudar en el manejo de la pandemia y saber dónde se infectaron por ejemplo, también da derecho a los estados a acceder información privada, es decir, ejercer mayor control a sus ciudadanos.
“La libertad se centra en tres acciones fundamentales: pensamiento, expresión, y acción”, dijo Ignacio Agramonte.
Cuba una dictadura autócrata y totalitaria, hace 61 años mantiene una economía centralizada, no existe la separación de poderes, por ende no es un Estado de Derecho, mantiene un total control y dominio sobre la prensa, la radio y la televisión que parcializa y dogmatiza todo tipo de información. El pueblo tiene que creer lo que la dictadura quiere que crea, y no lo han de cuestionar, ni escuchar la voz de quien sea que lo cuestione. El dogma tiene que formar parte de la propia identidad del pueblo. Cualquiera que lo cuestione es enemigo de la dictadura.
El pueblo tiene que creer lo que la dictadura quiere que crea, y no lo han de cuestionar, ni escuchar la voz de quien sea que lo cuestione. Cualquiera que lo cuestione es enemigo de la dictadura.
Con el comienzo de la pandemia la dictadura en Cuba implantó varios decretos ley que conspiran contra los derechos y libertades de los ciudadanos, como la prohibición de hacer fotos y videos en las interminables colas para comprar alimentos, imponiendo prisión acusándolos de propagación de epidemias, y multas de 1,500 y 3,000 pesos a opositores y periodistas independientes, con el objetivo de callar toda voz que disienta de la autocracia.
La violencia policial aumentó considerablemente cobrando lamentablemente la vida de tres jóvenes a manos de policías, las calles se mantienen patrulladas por fuerzas combinadas de la policía y militares convirtiendo al país en un estado de sitio, violando los derechos de expresión, generando más hambre y desigualdades.
Los actuales políticos populistas y autoritarios atacan, mienten y desvirtúan a la ciencia, y las estadísticas, generando climas de incertidumbre que sirven para promover regímenes más autoritarios y menos democráticos. Este actuar de los gobiernos nos lleva a hacernos tres preguntas:
¿Qué estarían contribuyendo estos regímenes en la lucha contra el virus?;
¿Las consecuencias serían beneficiosas, o negativas para las democracias?;
¿Estas medidas serán temporales? ¿O llegaron para quedarse?
Por lo que ponemos todas nuestras esperanzas en que ojalá la salida de la pandemia no sea una crisis de la democracia, o un mayor poder al autoritarismo.
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