http://youtu.be/bd_bqETraBQ
Es de tarde
y cae un palo de agua brutal, veo la tierra del patio anegada en agua. Es mucho
lo que ha caído del preciado líquido hasta el momento.
Lázaro Yuri
Valle Roca: Nuevo Vedado martes
16 de julio de 2013. La Habana. Cuba.
Yo junto a Fernando Bécquer amigo y excelente trovador. |
Dudo poder
cumplir mi compromiso para esta noche con mi amigo trovador Fernando Bécquer. Y
esto me pone un poco ansioso.
Fernando
canta todos los martes en el bar “Fresa y Chocolate” allí donde confluyen
cuatro puntos cardinales creados por la intersección de las emblemáticas
avenidas 23 y 12 del Vedado Habanero.
El show
comienza al filo o pasadas las 10 pm, y ya son las 9 con 45. Tengo que apurarme
el agua ha retrasado todo.
En la puerta
del bar me encuentro con Bécquer y René Arrozarena, ese tremendo y empírico
actor que encarnó al grande de la música popular cubana, Benny Moré “El bárbaro
del ritmo”
Junto con Rene Arrozarena. |
Comenzó
Bécquer a cantar después de su presentación de rutina, y a cuenta gotas fueron
llegando los habituales y los que fueron a disfrutar de Fernando. Otros
trovadores como: Ailín Milanés, Leo Ross un joven valor, Karel Fleites de Santa
Clara y el proyecto Frenesí pasaron, también amigos llegados desde Miami, uniéndose
todos en uno solo para mostrar sus obras, a modo de descarga.
Con Leo Ross un joven valor de la trova y su esposa |
Allí prevaleció
el arte, la buena música acompañada de una agradable ambientación y, la
interacción entre el público y amigos hace muy acogedora y amena la estancia en
el lugar.
Llegó la 1
am y Fernando anuncia que cantaría la última canción de la noche, se funden todas
las manos en un solo aplauso-Hasta otro martes “Amigos” se despide Bécquer-
siguen los aplausos hasta que baja del escenario.
Miro mi
reloj, para verificar si en realidad esa era la hora. Porque a decir verdad, el
tiempo pasó tan rápido pero tan ameno que, no me apegaba a la idea que ya se
había terminado el espectáculo.
Los
camareros nos piden de favor que debíamos irnos, ya que tenían que cerrar el
local, uno de ellos dijo-Vamos que yo tengo familia y que trabajar mañana
también- todos estaban imbuidos haciendo las conclusiones del show.
Con Karel Fleites trovador |
Caminé de
retiraba para mi humilde hogar, mientras tarareaba una de las canciones de
Fernando, esas que como una goma de mascar llevas pegada a la suela de tu
zapato, llamada “Cubano por donde tú quieras” que casi aprendí de memoria.
Abrí mi casa,
tomé la toalla, me duché, me acosté a dormir, cerré los ojos, los párpados me
brincaban al compás de la música que en mi letargo de soñolencia decía “Y es
que soy cubano por donde tú quieras”.
Gracias
hermano por brindar una de esas noches inmemorables, donde solo prima, la
amistad, el arte, el respeto y la tolerancia.
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