Hermanos (a) Amigos (a) de buena voluntad:
Hace más de un mes y aún me encuentro secuestrado en las mazmorras de la prisión de Valle Grande al oeste de la Habana, Cuba.
Victima una vez más, de la injusticia, el abuso de poder de una minoría espuria y apátrida que han mancillado nuestra amada Patria y la humanidad, ejecutado con toda impunidad sobre nuestro humilde pueblo desde hace 60 años, convirtiendo la paz ciudadana, la Libertad, la democracia y los derechos humanos en elementos políticos de chantaje y coacción contra el pueblo.
La dictadura mantiene el poder mediante la fuerza, el secuestro, asesinatos, ostracismo, humillación, descalificación, violencia, encarcelamientos, acoso y todo tipo de vejaciones contra un pueblo desarmado impregnado de pánico y terror, violando la Declaración Universal de Derechos Humanos y su propia reforma Constitucional (artículo 54 inc.2)
El pasado día 2 de febrero del año en curso, por responder pacíficamente a un esbirro uniformado de la policía, quien sin argumentos trató de imponerme un toque de queda enfrentándolo haciendo uso de mi universal derecho de libertad de expresión y manifestación, contra el régimen segregador contra los que no pensamos o compartimos sus ideas políticas, y contra sus nefastos dirigentes no reconocidos por el pueblo, ya que no han sido elegidos directamente por el soberano, hechos recogidos por las cámaras de vecinos y transeúntes de san Juan de Dios en la Habana Vieja, abarrotando las redes sociales, siendo el mundo testigo de las violaciones de DDHH y la represión que somos objeto los cubanos de a pie.
Los que me conocen personalmente y los que conocen mi historia, saben cuan grave es para mi salud y mi vida, el encontrarme en las infrahumanas prisiones donde mi salud se deteriora cada vez más, así lo demuestran mis exámenes médicos y certificados emitidos por especialistas que sirven al mismo régimen.
Como siempre he dicho con total convicción, que ninguna presión o acción de la dictadura para que claudique o abandone la lucha, será en vano. Si por expresar y luchar por lo que creo que es el anhelo de cada cubano, he de ganarme el odio y persecución de los psicópatas dueños de mi país, pues entonces he aquí una razón aún más fuerte, para superar el miedo y continuar mi lucha por la libertad y democratización de nuestra República, y aportar al deseo de millones de cubanos diseminados por el planeta obligados prácticamente por esta dictadura a separarse de su terruño y su familia.
Por tanto, cualquier cosa que me suceda en este secuestro político del que soy víctima en la prisión de Valle Grande, responsabilizo a Raúl Castro a Díaz Canel y a todos sus comandantes, generales y lacayos, de mi integridad física.
Abajo la dictadura, Vivan los DDHH, basta de represión y abusos, Libertad para todos los presos políticos.
Yasser Rivero Boni.
Hace más de un mes y aún me encuentro secuestrado en las mazmorras de la prisión de Valle Grande al oeste de la Habana, Cuba.
Victima una vez más, de la injusticia, el abuso de poder de una minoría espuria y apátrida que han mancillado nuestra amada Patria y la humanidad, ejecutado con toda impunidad sobre nuestro humilde pueblo desde hace 60 años, convirtiendo la paz ciudadana, la Libertad, la democracia y los derechos humanos en elementos políticos de chantaje y coacción contra el pueblo.
La dictadura mantiene el poder mediante la fuerza, el secuestro, asesinatos, ostracismo, humillación, descalificación, violencia, encarcelamientos, acoso y todo tipo de vejaciones contra un pueblo desarmado impregnado de pánico y terror, violando la Declaración Universal de Derechos Humanos y su propia reforma Constitucional (artículo 54 inc.2)
El pasado día 2 de febrero del año en curso, por responder pacíficamente a un esbirro uniformado de la policía, quien sin argumentos trató de imponerme un toque de queda enfrentándolo haciendo uso de mi universal derecho de libertad de expresión y manifestación, contra el régimen segregador contra los que no pensamos o compartimos sus ideas políticas, y contra sus nefastos dirigentes no reconocidos por el pueblo, ya que no han sido elegidos directamente por el soberano, hechos recogidos por las cámaras de vecinos y transeúntes de san Juan de Dios en la Habana Vieja, abarrotando las redes sociales, siendo el mundo testigo de las violaciones de DDHH y la represión que somos objeto los cubanos de a pie.
Los que me conocen personalmente y los que conocen mi historia, saben cuan grave es para mi salud y mi vida, el encontrarme en las infrahumanas prisiones donde mi salud se deteriora cada vez más, así lo demuestran mis exámenes médicos y certificados emitidos por especialistas que sirven al mismo régimen.
Como siempre he dicho con total convicción, que ninguna presión o acción de la dictadura para que claudique o abandone la lucha, será en vano. Si por expresar y luchar por lo que creo que es el anhelo de cada cubano, he de ganarme el odio y persecución de los psicópatas dueños de mi país, pues entonces he aquí una razón aún más fuerte, para superar el miedo y continuar mi lucha por la libertad y democratización de nuestra República, y aportar al deseo de millones de cubanos diseminados por el planeta obligados prácticamente por esta dictadura a separarse de su terruño y su familia.
Por tanto, cualquier cosa que me suceda en este secuestro político del que soy víctima en la prisión de Valle Grande, responsabilizo a Raúl Castro a Díaz Canel y a todos sus comandantes, generales y lacayos, de mi integridad física.
Abajo la dictadura, Vivan los DDHH, basta de represión y abusos, Libertad para todos los presos políticos.
Yasser Rivero Boni.
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