Lázaro Yuri Valle
Roca: Nuevo
Vedado. La Habana 9 de diciembre de 2011
Al levantarse esa
mañana de la cama, Lázaro abrió la ventana de su cuarto golpeándolo por
sorpresa los rayos del sol de la parte sureste de la ciudad, y tratando de
escrudiñar con la vista el extenso paisaje citadino siente la presión en el
esternón de ver como el cielo azul y las blanquecinas nubes aplastaban los
edificios más altos de esa parte de la cuidad.
Pero a Lázaro
(Lachi como lo llaman) le acecha una reputación, ésta de índole menos decorosa
y relativa a su predilección erótica por efebos musculados del lumpen más viril,
y cierta afición por vestirse de mujer, debe haber sido esta afición suya la
que lo hizo inclinarse por los estudios de medicina, que por no tener acumulado
académico suficiente para hacer la carrera tuvo que conformarse con ser
enfermero.
A pesar de sus 60
años consiguió su pareja llamado Rolando, de apenas 32 años al que se le leía
la vida en los surcos de la piel, proveniente de las provincias orientales
donde fue reclutado por el Ejercito para pasar el Servicio Militar,
destacándolo en La Habana, para realizar la honrosa tarea de seguridad de la
vía expedita en el semáforo de 17 y Paseo, frente al Hospital Asclepios donde
Lachi trabajaba y se conocieron.
Cuando se supo que
Rolando vivía con su secular novia, fue convocado a una corte marcial para
analizar su caso, siendo expulsado por comportamiento impropio y no confiable,
lo peor es que fuera con una vieja y gorda como le expresó el fiscal.
La explicación
justificativa de Rolando fue que el quería tener la dirección de la capital
porque para Holguín no regresaba, y Lázaro lo había invitado a una fiesta en su
casa donde se emborrachó, y después de ser sodomizado por este aceptó ser su
pareja, esto provocó que también Lázaro fuera expulsado del Hospital Asclepios
.
Pasados unos
meses, Lázaro y Rolando consiguieron trabajar en el Hospital “Manuel Fajardo”
en la sala de cirugía general del 5to piso.
Rolando pudo
graduarse de enfermero en un curso libre de superación que le consiguió Lázaro,
allí tenían además de su trabajo como enfermeros, sus negocios para compensar
la carestía de la vida e insuficiente salario.
Vendían los
desechos de comida de la sala a criadores de cerdos, conseguían algún que otro
medicamento para quién lo necesitaba sin recetas, en ocasiones ingresaban a
personas de otras provincias a los que
por espacio de 15 a
20 días, les hacían los test y pruebas recomendadas por los médicos cobrando
una tarifa fija.
Si había alguna
prueba que no pudiera hacerse dentro del Hospital ellos la coordinaban con
otros Hospitales, también cuidaban enfermos por lo que cobraban 10 cuc las 24
horas, y recibían algún que otro regalo que les hacían los agradecidos
pacientes de la sala, por los buenos servicios y atenciones prestadas.
Así se
desarrollaba la feliz pareja encerrados en la cotidianidad de su vida
hospitalaria, guardando dinero para cumplir el deseo más soñado de sus vidas,
salir de Cuba para trabajar y ayudar a sus familias sobre todo a la de Rolando
que era la más pobre.
Que su padre, un
guajiro ñongo de Santiago de Cuba celebérrimo machista y alcohólico, admitiera
la homo-relación de su hijo, era porque estaba bien asentado en la capital.
Aún y fuera con un
pájaro, pero vivía en un buen apartamento del Vedado Habanero, y su madre aunque no era el futuro que tenía
previsto para su hijo, lo aceptaba como madre.
Sin dejar de
pensar en que había fallado en su crianza, para que este se convirtiera de la
manera que lo hizo. Pero hay que resignarse así se auto consolaba la
atormentada madre de Rolando.
Lázaro y Rolando
tenían gestiones hechas para salir del país a través de México, con un funcionario
de gobernación en el DF, y por mediación de la embajada en La Habana se le
entregaría una visa FM-3 por la que tenían que pagar 20 000 dólares por los
dos.
La otra opción era
con una amistad de Lázaro residente en Miami, que les mandaría un lanchero por
el mismo precio, estas opciones no eran del agrado de la pareja, ya que sabían
que tenía sus riesgos, pero si era necesario las enfrentarían hasta sus últimas
consecuencias.
Ellos nunca
pensaron que las cosas cambiarían en el año 2009, cuando el gobierno español
autorizara la naturalización de los nietos de españoles residentes en el
exterior.
Lázaro ya tenía
todo arreglado porque estaba asentado en el libro de familia de la embajada
española, solo tenía que buscar varios certificados legalizarlos y punto.
Rolando también
tenía su abuelo descendiente de españoles, pero debía ir a Holguín para conocer
bien cual era la situación real.
Como en efecto, al
llegar a su querido pueblo se encontró que su abuelo ya fallecido, era hijo de
españoles pero en el 1925 tuvo que renunciar a su ciudadanía debido a sus
actividades anarcosindicalistas y comunistas para no ser deportado a España por
la dictadura de Machado.
Cuando le dijeron
aquello a Rolando, sintió como se le apretaba el pecho, que todo por lo que
estaba luchando y gastando casi todos sus ahorros era por gusto-Coño que mala
suerte tengo, lo que me han echado atrás es un muerto chino hablando cantonés y
además fañoso.
En ese momento
también pensó que era un castigo divino, por dejar plantada a Estela, la novia
que tenía en su pueblo para irse con un maricón habanero, todo le molestaba
porque creía todo perdido, y no veía solución a su problema.
Que
contradicciones tiene la vida, piensa Rolando-En aquel tiempo mi abuelo, tomó
la decisión de renunciar a la ciudadanía española para quedarse en Cuba, y
ahora el gobierno es el que coacciona a los cuadros de dirección de empresas y
hasta simples militantes del PCC (Partido Comunista de Cuba) con ser
estigmatizados por la jauría totalitaria si se hacen ciudadanos españoles.
Qué cosas tiene la
vida como cambia el sentido común de las personas y tan rápido como la sucesión
de los días y las noches.
Pero su madre,
como todas las madres que tienen un sexto sentido y, una visión diferente de la
vida, a la hora de enfrentarla, cruda y real como es, le expresa a Rolando-
Mijo mira, vete pá la Habana y habla con Lazarito que etoy segura que todo vá
salil bien, tu verá que se van a resolvel la cosa-Rolando, buen hijo, le hace
caso a su madre y sale para La Habana en el primer ómnibus que consiguió,
teniendo que pagar el excesivo precio de 20 cuc por el pasaje.
Durante el
trayecto del viaje, Rolando recordaba la voz chillona de aquel fiscal como lo
humillaba y se burlaba de él, de como vivían sus padres y ellos mismos,
teniendo que hacer cosas arriesgadas para sobrevivir en un país donde todo es
considerado ilegal, donde no hay libertades individuales, donde se truncan las
iniciativas personales y relegado el individuo al ostracismo por un gobierno
manipulador, segregacionista, excluyente y coercitivo, que ni el mejor emulo
kafkiano puede superar.
El odio comenzó a
hacer su trabajo, lo carcomía mientras más se dejaba llevar por esos
pensamientos, que van retorciéndote en el asiento, aprietas el descanso del
asiento y el corazón se acelera sin control-Son unos hijos de p… algún día me
las cobraré, pensó.
Pero recordó lo
que le dijo un secular amigo mientras tomaban un café y se fumaban un buen
habano, refiriéndose a los esbirros de la dictadura batistiana-son unos imbéciles
porque el mal presupone una determinación moral, intención y cierto pensamiento.
El imbécil o cafre no se para a pensar o razonar, actúa por instinto
como bestia de establo, convencido que hace el bien, de que siempre tiene la
razón y orgulloso de ir jodiendo con perdón, a todo aquel que se le antoja
diferente a él mismo, bien sea por color, creencia, ideología, idioma o
nacionalidad.
Cuando Rolando
reaccionó ya estaba entrando a la Habana por la autopista el ómnibus, que
siguió hasta la Vía Blanca
y 10 de Octubre, dobló derecha buscando la terminal de ómnibus de Ave. De los
Presidentes.
Rolando bajó algo
aturdido del ómnibus, confundiéndose con el bullicio de la multitud, no tuvo
que recoger equipaje porque solo llevaba consigo un bolso de manos, cuando se
encontró con la salida y la
Ave. De los Presidentes.
Enseguida un señor le propuso taxi el le
contestó-para 23 y 10 Vedado- el taxista le dijo-3 baros (cuc)- Rolando estuvo
de acuerdo, aunque le pareció caro y se montó en el auto.
Se desplazaba
lentamente el auto por la Ave.
De los Presidentes, llegó a la calle 25 dobló izquierda para
seguirla completa hasta la Calle
12 doblar derecha hasta la Ave.
23 y doblar derecha nuevamente hasta dejar a Rolando en la calle 10.
Rolando se paró
frente a la puerta del apartamento con la llave en la mano, la introdujo en el
cilindro de la cerradura le dio media vuelta y ya estaba dentro de la casa.
Para su sorpresa,
se encuentra que estaba sentado en el sillón de la sala un hombre de mediana
edad, en el momento que ve salir de la cocina a Lázaro con una humeante taza de
café, después de los saludos habituales Lázaro pasa a la presentación del
visitante-Rolo, mira este es Oscarito-Mucho gusto- le contesta Rolando.
Bueno- dice Lázaro
para adentrarse en el tema que había interrumpido para hacerle café a la visita
y la inesperada llegada de Rolando.
Oscarito tiene una
amistad en la embajada española que te hace todos los papeles de tu ciudadanía,
con aprobación, pasaporte y todo-¿Y eso cuanto sería? pregunta Rolando-serían
10 000 cuc más 300 para mi turno y me muevan los papeles lo más rápido
posible-contesta Lázaro, mentalmente saca cuenta Rolando y les era negocio, les
salía más barato, y además podían salir y entrar de Cuba a su antojo sin que
nadie se los impidiera manteniendo sus propiedades-Gracias a un zapatero
socialista español-dice lázaro-menos mal que hacen algo que sirva estos
socialistas-dice Rolando.
Al otro día
temprano en la mañana, Rolando salió para la calle decidido a resolver todas
las cosas que le hacían falta.
Primero fue al
registro civil, habló con la recepcionista y le propuso 100 cuc para cambiarse
uno de sus apellidos y del padre, certificación de nacimiento y estado civil,
la mujer le dijo que pasara en una hora que todo estaría listo.
Para ganar tiempo
fue al fotógrafo cerca de allí para hacerse las fotos de pasaporte, esperó que
estuvieran las fotos y fue para el registro civil.
Como en efecto
todo estaba listo revisó bien los apellidos, todo estaba correcto, legalizó los
documentos de estudios medios cursados que fueron 100 cuc, ya que los
certificados de estudios de los trabajadores de la salud está prohibido por el
Estado legalizarlos.
Y fue a ver a
Oscarito para entregarle todo lo que hacía falta junto a 6 000 cuc que tenía
que pagar por adelantado, estando todo entregado tenían ahora que esperar hasta
que Oscarito les avisara para pagar la otra parte del dinero.
Habían pasado 15
días cuando llega Oscarito a casa de Lázaro, le abre la puerta Rolando quien
después del habitual saludo le pregunta como están las cosas, y Oscarito le
responde-La cosa está jodida mi hermano, la seguridad se coló en la embajada y
han botado a unos cuantos trabajadores, están revisando todas las solicitudes,
así que tenemos que esperar.
No te preocupes
que yo te garantizo la devolución de tu dinero si sucede algo-Cuando yo lo
digo, tengo un chino loco atrás de mi, tremenda brujería me han echado- dice
Rolando.
No te preocupes
que no tienen que virarte los papeles precisamente a ti, así que mantén la
calma-le contesta Oscarito.
Por sí o por no,
me voy a dar unos baños de flores blancas, cascarilla, perfume, humo de tabaco,
agua de coco, me voy a pasar un huevo y
romperlo en las cuatro esquinas, para ver si acabo con esta mala suerte que
tengo-dice Rolando.
Haz lo que quieras
mi hermano, que si bien no hace, mal tampoco-responde Oscarito.
En ese momento
salía del cuarto Lázaro diciendo-Me parece que Dios sabe lo que hace, ya son
muchas trabas que nos están poniendo en el camino, me veo como el Gabo Márquez
con 100 años de soledad navegando sobre este corcho por el mar de las Antillas,
digo no sé porqué quien te dije y quien tu sabes, para no decir nombre que trae
mala suerte, dice que va a durar 120 años, imagínate tanto tiempo obligado con
esa mala compañía no es fácil, así que veo esto bien enmarañado.
Rolando puso cara
de bravo y Oscarito se despidió con la justificación de un negocio que tenía
pendiente, que lo estaban esperando, y salió por la puerta diciendo- No se
preocupen que aquí las cosas cambian como el viento, y la mala suerte no es de
ustedes solos, es de todos los cubanos.
A la mañana siguiente
bien temprano, la pareja salió a comprar las cosas que les hacían falta y
después de conseguirlas a la media mañana, se fueron juntos al cementerio para
pedirle y hacerle una promesa a la
Virgen de la
Milagrosa
La que sería
cumplida en caso de que salieran bien las cosas, regresaron a la casa, se
dieron los baños mágicos y a descansar.
Como ya era
viernes prefirieron estar tranquilos en casa para que no sucedan casualidades.
Pasó el fin de
semana, el lunes, y el martes la ansiedad se incrementaba, las cajetillas de
cigarrillos llegaban de dos en dos y el hambre no se quitaba.
Esa noche se
acostaron temprano pero era difícil conciliar el sueño, se despertaron varias
veces en la noche para orinar y fumarse un cigarrillo.
Cuando empezaban a
conciliar sueño suena el teléfono, Lázaro se levanta de muy mala gana, y
responde en una forma despectiva, cuando oye la voz de Oscarito del otro lado
del auricular.
Óyeme soy yo, vengan
para mi casa que tenemos que ir a recoger las cosas y tráeme lo que falta del
pago, que hoy los dos salen con sus pasaportes- le dice Oscarito.
Lázaro colgó y con
una tremenda algarabía despierta a Rolando para recoger las cosas, Rolando no quería
creer lo que Lázaro le decía, estaba choqueado sin poder articular palabra.
Después que volvieron
a la vida, se vistieron y fueron a buscar los documentos y a la entrevista. Estuvieron
dentro del consulado por espacio de una hora, cuando salieron lo hicieron con una
gran sonrisa en sus labios.
Oscarito los esperaba en el parque del frente,
se acercaron a él le entregaron el dinero que faltaba y se dieron un abrazo.
Rolando emocionado
le agradeció a Oscarito- Mi hermano tú no sabes lo que has hecho por nosotros,
has salvado no solo a nosotros si no a dos familias enteras.
Y ustedes también
han salvado a varias familias-le contesta Oscarito.
Ustedes se están
agradeciendo, pero en realidad a quien tenemos que agradecer más, es a la madre
patria.
Que es quien nos
ha dado esta gran oportunidad, de mejorar nuestras vidas, esta es la mejor
herencia que nos han dejado nuestros antepasados.
Como la mezcla de
las razas de donde salieron las mulatas, date cuenta que los españoles
queriendo hacer una bicicleta lograron el amolador de tijeras.
Y ahora queriendo
hacerle un favor al gobierno de Cuba, se le ha convertido en un plebiscito-dijo
Lázaro con una sonora carcajada desbordante de alegría.
A los cuatro meses
Lázaro y Rolando estaban volando para España, donde actualmente trabajan de
enfermeros y mantienen a sus familias.
Cada seis meses
vienen a Cuba a pasar las vacaciones junto con sus familiares en la playa de
Varadero.
Quien lo diría,
dicen que se casaron y todo, e hicieron una fastuosa boda en España, donde
pudieron llevar a los padres de Rolando
junto a otros amigos homo y heterosexuales donde compartieron sin
complejos ni desprecios por una preferencia sexual.
Coterráneos que
también fueron beneficiados por la “Herencia Hispana”.
Fotos tomadas desde el mismo Hospital Fajardo de La Habana |
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