Lázaro Yuri Valle
Roca: Nuevo Vedado domingo 26 de junio de 2011.
La Habana. Cuba.
El día 30 de este
mes, se cumplen dos meses desde que mi esposa se ausentara de la casa para
hacer un viaje necesario para la familia (sacrificio como alternativa en estos
tiempos de sobrevivencia de los cubanos) día que regresa felizmente a casa y
espero ansiosamente.
Yo como buen
esposo y padre de familia he tenido que hacerme cargo de los quehaceres de la
casa, limpiar, cocinar, lavar y fundamentalmente de tres muchachos.
El mayor de 25
años llamado Ernesto (Kiko como lo chiqueamos) es Estomatólogo, su novia
Claudia de 20 años estudia y el más chico
de 1 año “Bruno” graduado de jodedor profesional.
Cuando Bruno llegó
a casa era una bolita chica de pelo corto, no teníamos nombre que ponerle y a
mi esposa le gustó este de Bruno.
Todo comenzó
cuando lo llevamos al veterinario para ponerle las vacunas y hacerle la
historia clínica, cuando preguntaron los apellidos del perro, mi esposa me miró
y yo respondí Rodríguez Parrilla.
Era el nombre que
tenía en mente, y le hice un gesto con la cara a mi esposa como diciendo, ¡bueno
no te estreses por esto! Ante su inquisidora mirada.
También, es que
había mucha gente para ver a los pocos veterinarios en el instituto de Carlos
III.
A nuestro lado
había un señor con un perrito sato que reclamaba al doctor su juramento
democrático, imagínense ustedes aquello como era, que yo le pusiera a mi perro
el nombre del “Canciller” no tiene nada que ver.
Así que el
veterinario escribió el nombre completo, nos preguntó la edad de Rodríguez
Parrilla, se la dijimos le pusieron las vacunas y para casa, todo pasó como si
nada.
Después de unos
meses Bruno al parecer fue tomando conciencia de la maldición que yo le había
propinado por el nombre puesto.
Que empezó a
orinarse y hacer caca por toda la casa, en el apartamento tenemos un patio
interior que hemos tratado que haga sus necesidades allí, pero sin resultado
alguno.
Esto se ha
intensificado después que mi esposa se ausentó de la casa, he pensado
seriamente que es su venganza, o que, uno de esos días en que dejamos la casa
sola porque estamos en la calle, la seguridad hablara con el, y lo hayan
convencido diciéndole.
Mira a este tipo,
la clase de nombre que te ha puesto, hazlo trabajar bastante para que se disocie
y no pueda hacer oposición.
Tan es así que una
noche pasadas las 11 pm se orinó dentro del cuarto, ahí no pude más lo miré
seriamente y le dije- A mí tú no me jodes, estas trabajando para el aparato
(como se le dice a la policía política) esa noche terminé de limpiar pasadas la
1 am.
Desde ese momento
no lo llamé más por su nombre, ahora le digo agente 0015(el 15 en la
subterránea lotería cubana es perro).
Bruno es muy
cariñoso, juguetón y travieso, lo queremos mucho a pesar de ser tan jodedor.
Pero hace cosas
como esas que cuando llegas de la calle con este calor infernal, de subirte en
las cajas de olor y sauna el P9 (ómnibus) que sales de ahí con un olor más
penetrante del que entraste y empiezas a hacer ejercicios de brazos y cuello,
levanta el brazo baja la cabeza y huélete el sobaco, este proceso con varias
repeticiones, y de pronto abres la puerta de la casa encontrándote un charco de
orine y una pilita de excremento.
¿Qué haces?
Respiras profundo, botas el aire despacio rezas 5 Padres Nuestros 3 Ave Marías
y tira bastante agua para sacar la
suciedad, haces la comida, comes, te bañas y te acuestas a dormir.
Pero si sucede
como en una ocasión, que me tuvieron 36 horas sin agua, con toda la casa sucia,
sin poder bañarte y comiendo algo ligero.
¿Qué haces? Te tiras
en la cama a esperar que llegue el agua y rezar, rezar y rezar.
Este cuadro les
digo es todos los días durante estos largos dos meses, una situación parecida a
esta me sucedió cuando entrando al edificio.
Me encuentro en el
piso 10 pesos moneda nacional, muy bien enrollados y digo ¡Gracias Dios mío por
este regalo!
En el bolsillo de
mi pantalón lo único que tenía eran las llaves y la Memory USB y pienso, déjame
subir a la casa a tomar agua para buscar pan que son casi son las 5pm.
Subo a la casa, el
agente 0015 me recibe como siempre, y de pronto tocan a la puerta cuando abro,
el cobrador del agua, son 7 pesos me dice con tremenda sonrisa.
¿Qué haces? Nada,
sacarte los miserables 10 pesos del bolsillo y dárselos al cobrador y auto
consolarte- bueno me dejaron 3 pesos compro menos pan de 0.80 cts. Algo es
algo.
Y así puedo seguir
contándoles pero quiero dejar algo para más adelante y son cosas que merecen
más detenimiento y profundización.
Aunque no por eso
deja de tener seriedad esto que les he escrito, ya que a partir de mi
experiencia personal se grafica el día a día del cubano de a pié.
El que está en la
calle buscando donde sacar por que no hay
de donde sacar, y como todo es delito en este país, se nos hace mucho más
difícil.
Espero les guste y
se rían de mi experiencia, ya que si no podemos darnos el lujo de llorar por lo
menos nos reímos de nuestras desgracias. Muchas gracias.
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